
Fíjate dónde caminas,
me dijo mi padre que es a la vez un búho y una nube grande.
De cada paso guardo un recuerdo,
de cada adiós un hasta luego,
de cada libreta, el silencio del último verso.
A donde quiera que fui no me esperaban
en cualquier esquina encontraba un futuro muerto
y en el horizonte alcancé a ver el presente huyendo.
Fíjate bien dónde caminas,
ten cuidado de que tus pies te acerquen en realidad a tu destino.
Huye de los recuerdos como de los prestamistas
se transparente como medusa,
y por quemar,
quema todo ante tu partida.
No busques ser perfecto, tan solo sé honesto aunque no lo merezcan
aviva los sentidos y las pasiones
cultiva plantas curativas en tu sombra
y peces de colores en el pecho y en las palmas de las manos.
Mata tus miedos, ahógalos en la pileta
y pon tu ropa sucia a remojar en esa agua luego
que no te quede una mancha, un pelo,
o un intestino colgando.











