miércoles, 7 de enero de 2009

El Príncipe de la Dulce Pena (2da parte)

De la luz soy el desterrado
tortuoso monólogo con la muerte,
llanto fúnebre del alunado
lloro lascivia, lloro mi suerte

Lascivia demente de sacrílegos besos
dulce amargura del Paria caído
tu sangre es perfume, que una vez olido
hacen que ebrios recorran tu cuerpo,
mis labios de tus paredes presos
de tu juventud heridos

Mi cuerpo en mi ataúd te espera
hecho de tristeza, sexo y madera
tintado con la sangre de un río
de tu lado oscuro, de tu rincón sombrío

Todavía mi tumba tiene impregnado
el olor de tus últimos besos,
todavía llora mi almohada tu ausencia
porque te tiene tan lejos

Que invoco tu nombre y aúllo a la luna
soy la inmundicia, el que sólo te llena
soy... el que soy...
tu Príncipe, el de la Dulce Pena

Escucha mi jadeo que en tu cuello se aloja
¿luz o tinieblas?
Que tu alma escoja...

1 comentario:

Anónimo dijo...

como diriamos en mi país.. queee deeeeensoo! muy bueno, pero me quedo con la 1ra parte :)