martes, 12 de enero de 2010

Al otro lado de la cama...

Cuando no tengas quien te aguante tus días mas malhumorados y no te atrevas a robarte los dulces del supermercado.
Cuando te vayas a la cama con otro más afortunado y a medias del segundo acto te pilles tú misma roncando.

Cuando compruebes que ya no te hacen reír
las pendejadas de los Simpson ya sin mi...
cuando compruebes que es difícil sonreír...
te acordaras que alguien te amaba del otro lado de la cama... lo sé perfecto porque eso me pasa a mi...

Desde que ya no etas aquí...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando llegue el dia en donde vayas caminando y de repente te detengas y pienses "para donde voy", mires hacia el interior de tu corazón y no encuentres nada mas que vacio y silencio, te darás cuenta que en realidad la vida no tiene sentido, te darás cuenta que de nada sirve ganar dinero, trabajar como negro, comprar cosas lujosas, tener, saber, gastar, comprar, vender, hacer, deshacer... en realidad no importa nada.

Todo lo que tenemos, lo que somos, en realidad no existe, somos tan solo una marioneta en medio de un show montando por alguien más. Tan solo somos jueguetes de personas que tan solo quieren divertirse un rato, sin importarles nada, sin importarles lo que podriía pasar.

Solo somos unos seres, seres que no pueden vivir en paz entre unos y otros, en donde solo se busca la destruccion y satisfacer el placer personal, somos los peores seres que pueden pisar este suelo que llamamos hogar; y lo mas absurdo es que nos decimos llamar seres racionales, seres superiores, los dueños de todo el mundo, pero en realidad no somos nada, no valemos nada, valen mas un grupo de elefantes quienes se ayudan unos a otros, son unidos entre si, ayudan al debil, y son felices tal cual son, no tienen dinero, lujos, ni se creen superiores a nadie, son felices con lo que son, con lo que tienen y no necesitan nada mas, solo se necesitan a ellos.

Lo unico que quedar por decir esque en realidad todo es una fantasia, una ilusion, nos han hecho creer algo que no somos, simplemente somos humanos

Autor: Ishimaru