Gracias a mi eterno lado oscuro y a la luciérnaga maravillosa que siempre provee la luz que hace andar a este corazón tan ciego...
Gracias que sin ustedes, nunca hubiera abierto las puertas de esta habitación...
Hasta siempre...
Hasta nunca...
Sólo le pido al dolor una tregua en forma de canción, en forma de poema... que la tristeza me dé un respiro.
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