En medio de tantas cosas por hacer y decir, me detengo a escribirte. Antes de que mi mente explote de tanto pensarte.
Rememoro cada minuto en el que estamos juntos. Cada segundo, intento revivirte, tenerte, acariciarte. Y nada es suficiente, porque necesito sentirte otra vez.
Tantas dosis de ti nunca me bastan, nada es suficiente cuando pienso en tus besos.
Y todo mi esfuerzo se pierde en intentar controlarme, en buscar un cable a tierra. Y siento que cada vez puedo menos.
Cada vez cualquier intento de resistencia se convierte en un volcán por explotar.
Y si te tuviera cerca… si tuviera tus ojos, te amaría. Y lo haría con todas mis fuerzas.
Y veo tu cuerpo sobre el mío, y nos recuerdo mirándonos, nuestras manos escapando a esos lugares, a donde no pretendimos llegar.
Y te deseo, cada vez más. Y en medio de todo, te quiero más. Siento a mi cuerpo como preso del tuyo, y mis labios se han convertido en tu más fiel amante.
Inigualable. Es la mejor palabra que podría usar para describir lo que estamos viviendo.
Rodéame en tus brazos otra vez, que mi piel pide a gritos recibir tus besos, y ámame, porque sé que en mucho tiempo no he vivido algo igual.
Hazme tuyo, una y otra vez. Sin pausas, sin miedo, sin restricciones, porque desde hace mucho cada parte de mi cuerpo se entregó a tus caricias.
No dejes de amarme, porque no es suficiente.
Necesito sentirte, otra vez.
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