Te escribiré una canción cada luna llena. Pues me recuerda tu rostro.
Te cantaré a toda voz para que me oigas desde allí arriba.
Recitaré cada estrofa suavemente como la melodía que me regalabas cada día con tu voz.
Tocaré mi guitarra para ti con la pasión que nos unía.
Ni Dios podrá hacer mejor canción que la mía, pues esta canción que hago es para ti.
Mi voz, mi guitarra y la imaginación que me envuelve te mantendremos viva en este mundo.
Tu leyenda reinará.
Pues mi amada se ha ido a un mejor lugar, pero me dejó como regalo la sabiduría de amar.
Y así como yo te ame a ti, con esa pasión, con ese don de amor, con esa sabiduría que me regalaste, yo se la enseñaré a los demás.
Les cantare a todos que un ángel habitó esta tierra... ese ángel fuiste tú.
Te cantaré a toda voz para que me oigas desde allí arriba.
Recitaré cada estrofa suavemente como la melodía que me regalabas cada día con tu voz.
Tocaré mi guitarra para ti con la pasión que nos unía.
Ni Dios podrá hacer mejor canción que la mía, pues esta canción que hago es para ti.
Mi voz, mi guitarra y la imaginación que me envuelve te mantendremos viva en este mundo.
Tu leyenda reinará.
Pues mi amada se ha ido a un mejor lugar, pero me dejó como regalo la sabiduría de amar.
Y así como yo te ame a ti, con esa pasión, con ese don de amor, con esa sabiduría que me regalaste, yo se la enseñaré a los demás.
Les cantare a todos que un ángel habitó esta tierra... ese ángel fuiste tú.
Adiós Dulcinea...
Adiós, mi amor querido. Gracias por todo lo que me diste, y gracias por cada vez que vuelvas a pensar en mí.


No hay comentarios:
Publicar un comentario