sábado, 13 de noviembre de 2010

Ojalá pudiera robarte la tristeza, la pena.
Si estuviera ahí a tu lado, la soledad, la tornaría en fuerzas, pero por desgracia no es así. Mas eso no me impide apoyarte, abrazarte, mandarte mi alma, mi aliento...

Él te protege, y yo, seguiré a tu lado en la distancia...

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