miércoles, 3 de noviembre de 2010

Yo era el hombre de su vida...

Yo era el hombre de su vida,
y ella me vestía con ternura
cuando me deshabitaba o me caía.

Forzaba a besos mi cerradura
y anidaba en mis silencios.
Maquillaba cada ausencia
con el perdón que da la urgencia
de beberse mi compañía,
aunque fuese un caradura.

Yo era el hombre de su vida,
y ahora solamente un amigo.
Que nada exijo, que solo pido
ser un quizás, un hasta pronto,
pero nunca Adiós, ni despedida.

Yo era el hombre de su vida
y ahora soy un jugador eterno
que ve perdida la partida,
que ha perdido su amor,
que ha perdido su sueño.

Yo era el hombre de su vida,
y ahora solo soy recuerdos.

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