Bienvenida inesperada, abrazo como si por primera vez nos viéramos...
Caminamos, platicamos... ganas de tomarte de la mano hacia nuestro destino final...
Todo era muy raro en ese hotel, que conocíamos perfectamente bien, que fue cómplice de nuestros amorosos encuentros...
La suavidad de tu trato me envolvió a pensar, imaginar, soñar... creer en ser uno mismo...
Las platicas se volvieron besos... abrazos... el peso de tu cuerpo sobre el mío se empezó a cubrir de amor... el que hace todo mas sueve y ligero...
Puedo recordar que te bese como siempre, te acaricie como siempre... disfrute de tu paraíso como siempre...
El fin del momento llego... cansado de ti y tú de mi, nos enredamos en un abrazo que duro como siempre... por siempre...
jamás me imagine que seria la última vez que estaría contigo... aún así, gracias...


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